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Decepción en Ecologistas en Acción ante el anuncio gubernamental de prolongar la vida útil de Garoña hasta el 2013 (2/7/09).

Decepción en Ecologistas en Acción ante el anuncio gubernamental de prolongar la vida útil de Garoña hasta el 2013 (2/7/09).

El 5 de junio, en medio de una gran polémica nacional, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) dio su beneplácito para que Garoña continuara abierta diez años más. El informe, no vinculante para el Gobierno, imponía a la central  –propiedad a partes iguales de Endesa e Iberdrola- el cumplimiento de  quince condiciones de seguridad  muy onerosas. La pelota quedaba así, definitivamente, en el campo del Ejecutivo, responsable de la decisión final de renovar la licencia a la nuclear. Fuertemente presionado desde la izquierda, Zapatero repitió en el Congreso de los Diputados que  cumpliría con su compromiso de cerrar las nucleares al finalizar su vida útil.

Finalmente, en una decisión salomónica, que no contenta ni a unos ni a otros, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, manifestó hoy la intención del Gobierno de prolongar la vida útil de la central hasta el año 2013, dos años más de lo apalabrado por Zapatero en su programa electoral. El acuerdo del Ejecutivo se produjo pocos días después de que un grupo de intelectuales hiciese pública su postura a favor del cierre de la plata nuclear. Sebastián compareció en rueda de prensa junto al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, afirmando que  para entonces tendrán listo un plan industrial que garantizará el empleo «a cada uno de los trabajadores» de la planta. Sin embargo, tras este anuncio, los empleados de la central han anunciado nuevas movilizaciones.

Ecologistas en Acción acusa  al presidente Zapatero de haber sucumbido a las presiones del lobby eléctrico y manifestó su intención de recurrir judicialmente la decisión del Ejecutivo. En breve iniciará una campaña exigiendo al l presidente que cumpla con su promesa electoral, o que dimita. Recordamos que el presidente español se comprometió a cerrar las centrales atómicas a medida que fueran terminando el plazo de su vida útil, calculada en 40 años.

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