Ecologistas en Acción considera que el precintado de la cantera de Muces devuelve la normalidad legislativa al Bierzo (18/11/09).

El miércoles 11 de noviembre, intervenía la  fuerza pública en el precintado de la cantera Peña del Horno, en Paradela de Muces. La actuación de la Guardia Civil y del alcalde del Ayuntamiento de Priaranza del Bierzo, ponía fin a la explotación de una cantera situada en el espacio protegido de la Red 2000 y que cuenta con otras figuras añadidas de protección, como Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA) y zona de Especial Interés Comunitario (LIC).

La explotación de áridos había sido previamente denunciada por la Asociación Cultural Muces y diversos colectivos conservacionistas invocando los excepcionales valores medioambientales de estas estribaciones de las peñas de Ferradillo. El Ayuntamiento decretó la paralización de las obras el 12 de  diciembre de 2007, prohibición que fue recurrida por los propietarios de la cantera. Mientras tanto, y sin contar con licencia para ello, la cantera continuó trabajando a temporadas, en una huida hacia adelante que desatendía la paralización cautelar y avanzando en sus destrozos hacia la zona protegida de Las Medulas.

Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia de la Junta de Castilla Y León ha refrendado la legalidad de la prohibición decretada por el Ayuntamiento de Priaranza hace dos años y ha procedido al precintado de las instalaciones de la cantera.

Con esta actuación Ecologistas en Acción confía en que El Bierzo deje de ser “territorio comanche” para  reincorporarse a la vía de la legalidad ambiental que la mayoría de los ciudadanos defendemos. Los ecologistas requerimos además al Fiscal del Medio Ambiente, que en virtud de la denuncia formulada ante su ministerio, actúe de oficio para que se proceda a la rehabilitación y reparación de los graves daños paisajísticos causados por la continuación de las obras en la cantera después de la paralización cautelar y conforme a lo que dictamine la ley.

El objetivo de los colectivos medioambientalistas es ahora  mantener una vigilancia sobre la zona precintada que impida que las máquinas retomen cualquier tipo de actividad ilegal.