Podas y talas
En Ponferrada, como cada invierno, aprovechando la temporada latente para la mayoría de los árboles, se realiza la poda de ramas de las diversas especies que habitan nuestras aceras y jardines.
Hay buenas razones para esta tala, entre las que figura la seguridad si hay riesgo de que se caiga alguna rama o si sta impide la visibilidad o incluso si interfiere en el paso público.
Sin embargo esta poda podría evitarse si se eligen cuidadosamente las especies que se plantan, de forma que se adapten al espacio disponible y no sea necesario, como es el caso, realizar podas extremas, que provocan muñones en las ramas y un engrosamiento de las raíces, que a menudo acaban reventando las aceras. Este proceso suele acabar en la tala del árbol.
Lo cierto es que cada especie necesita podas específicas, dependiendo de su tipo de desarrollo, de su uso y de su ubicación. En muchos casos hay árboles que no deberían plantarse donde se ponen, por ej. catalpas, que cogen mucho pulgón al crecer en suelo nitrófilos urbanos, en zonas de aparcamiento, llenan los coches de melaza y la gente protesta y se acaban cortando.
En todo caso el principal propósito de la poda es tener plantas fuertes, sanas y atractivas.
La técnica que aquí se utiliza, el desmoche, consiste en cortar indiscrimindamente las ramas entre nudos, para reducir el tamaño de la copa. Debajo de cada corte por desmoche la planta se ve obligada a producir nuevos brotes. Este sobreesfuerzo debilita el árbol y le deja sin defensa ante posibles plagas. Además, como ya comentamos, el desmoche da lugar a muñones con heridas que el árbol no siempre puede cerrar. Si añadimos que el desmoche deja el árbol expuesto al sol, que lo debilita y es antiestético, podemos concluir que es una técnica que debe evitarse.
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Empecinado -
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